La Gastronomia de los Taínos
Los taínos, que en arahuáco significa “hombres nobles y prudentes” fueron un pueblo muy generoso y jovial, conectado de manera íntima a la tierra, el agua y el cosmos. Recibieron a los españoles con ofrendas de sus mejores manjares.
Habían desarrollado un modo de vida alrededor de sus conucos (hortalizas) y adoraban a un Dios Supremo que llamaban Yucahu Bagüá Maorocotí (Señor de la yuca, el agua y la montaña).
Suplementaban su dieta cazando aves y animales de los bosques, pescando en los abundantes mares y ríos, y recolectando productos de los alrededores, como crustáceos, caracoles y una gran variedad de frutos silvestres.
Eran diestros artesanos y trabajaban con gran maestría el barro, la piedra, la madera, la concha y el hueso, así como los tejidos en algodón y la sestearía con fibras vegetales para elaborar piezas, tanto de uso cotidiano como ceremoniales.
Son palpables los importantes aportes que estos aborígenes nos legaron en cuanto al enriquecimiento del idioma español, la forma de trabajar la tierra, la abundancia de vegetales y frutos, los productos del mar, la vasta utilería empleada y las diversas manifestaciones artísticas y culturales.
Tejera (1977) “Una fructa tienen los indios en esta isla Española, que llaman mani…” (P. 1034).
Los productos:
La yuca era el principal cultivo de los taínos; era sembrada en forma de montículos. Existian dos tipos, la dulce (boniata) y la amarga o tóxica (hoi). Con ésta última elaboraban su alimento básico que era una torta o pan plano que llamaban Cazabí, hoy conocido como casabe. El zumo o almidón resultante, que llamaban hyen, lo ponían a hervir y reducir para fabricar un vinagre o agrio para cocinar.
La güayega o güayiga era una planta venenosa con la cual los taínos hacían un pan, rayando su bulbo y lavándolo varias veces para sacar el veneno. Formaban con esta masa un bollo que secaban al sol por dos o tres días hasta que se infestaba de gusanos. Lo ponían a hervir en una olla de barro y así tenían un alimento muy nutritivo, rico en proteínas, calcio e hierro.
Fué en tierras de La Española donde los europeos conocieron el maní (voz taína), producto que alcanzaría una colosal importancia en la alimentación mundial. Las Casas nos relata: “Otra fructa tenían que sembraban y se criaba o nacía debajo de la tierra ….llamábase maní …. Y era tan sabrosa que ni avellanas ni nueces, ni otra fruta seca de las de Castilla, por sabrosa que fuese, se le podía comparar” (Tejera, 1977, p. 1033)
Otros productos importantes:
El mahiz (hoy maiz) lo cosechaban 2 veces al año y lo comían tierno (llamándolo ector) o en grano tostado. También lo rallaban o majaban para hacer cierto potaje con agua. Los primeros granos de maiz que se llevaron a Europa provinieron de las isla Española. Colon relata en su carta a los Reyes sobre el Tercer Viaje: “Maiz es una simiente que hace una espiga con una mazorca, de que yo llevé alla i hai ya mucho en Castilla” (Tejera, 1977, p. 977)
Cultivaban dos variedades del axí (o ají), el dulce (boniato) y el picante (caribe). Era un ingrediente vital para aderezar carnes, pescados y sopas. Narra Las Casas: “En todas las cosas que comían estas gentes, cocidas o asadas o crudas, echaban la pimienta que llamaban axí” (Tejera, 1977, p. 34)
Consumían ademas varios tubérculos como la batata, el aje (se dice que era una variedad de batata), la yautía, el mapuey y el lerén. El palmito (corazón de palma) era un producto muy apreciado.
Investigación: Carlos J. Estevez
Redacción y corrección de estilo: Elaine Hernández